Powered By Blogger

Vistas de página en total

viernes, 11 de junio de 2010

Gente, estrés, humo, coches, contaminación... eso es todo lo que queda después de un año de experiencia.
Luces, esplendor, grandeza, oportunidades, libertad... eso es todo lo que esperaba encontrar.

Sigo sin entender porque tenemos esa manía tan horrible de hacernos ideas preconcebidas, de tener expectativas. Es tan fácil que te las derriben...
La gran ciudad me esperaba, y aunque nunca pensé que llegaría nadie, lo cierto es que llegaste tú. Cometí el error más grande de mi vida, no por estar contigo, sino por dejarme absorber por ti. Creo que por fin soy capaz de entender por qué la gente llega a sufrir por amor, o por qué la gente hace cosas que no quiere por amor... quizás nunca antes lo había sentido.
Sin apenas vida social en Madrid, y acabado de llegar... apareciste. Como un rallo de sol en el cielo en un dia encapotado. Me deje arrastrar a tus hábitos, a tus amigos, a tu vida... sin tan siquiera tener yo una propia. La tenía en Las Palmas, pero aquí no.
Cuando me di cuenta, todos tenían sus grupos, todos tenían sus amigos, todos habían parecido encajar en alguna parte. Todavía, a día de hoy, sigo encontrando ese hueco en el puzzle en el que mi ficha pueda encajar...
Ya no estás tú, ya no me queda nada... Quizás por eso te echo tanto de menos, porque eras lo único real que tenía. Y, si no es así, prefiero pensar que sí lo es, prefiero pensar que no es que esté loca y totalmente enamorado de ti, sino que simplemente necesito volver a mi entorno.

...y que tus repentinos romances dejen de causarme quebraderos de cabeza
...y poder reirme a carcajadas y olvidarme, aunque sea por una hora, de lo agusto que estaría contigo

Porque, ahora, los días grises ya no ocultan rallos de luz, solo traen lluvia. Y, aunque me gustaría estar cobijado bajo tu techo, la vida nos ha hecho ver que no es así como debe ser. ¿Por qué nos acostumbramos tan rápido a lo bueno?
El año que viene... el año que viene... el año que viene aún no ha llegado y, como un iluso, sigo teniendo espectativas de lo que puede o no puede ocurrir, de lo que quiero y no quiero que ocurra... Malditas expectativas...
Lo que no te mata, te hace más fuerte. Y si hay algo de lo que estoy convencido es que, gracias a estos 8 meses y medio, soy más fuerte.

Gran Canaria... allá vamos.
Madrid... espérate, y verás.