Powered By Blogger

Vistas de página en total

miércoles, 22 de septiembre de 2010

La última canción...

Es la última vez que hablo de ti, la última vez que te haré sentir que me importas más de lo que deberías importarme... Así que espero que lo disfrutes, porque se acabó.
Has tenido tiempo de pensar, de volver, de darte cuenta de que, como yo, nunca más te querrá nadie, de reflexionar... Pero, precisamente reflexionando, he llegado a úna conclusión, que supongo que será la misma a la que tu habías llegado hacía muchísimo más tiempo que yo: no significo nada para ti.
Así vas por la vida, te dedidas a engatusar con tus innumerables virtudes a los que son lo suficientemente ingenuos como para no darse cuenta de tus también innumerables defectos, y de tu obvia incapacidad de llegar a sentir nada por nadie.
En un calendario imposible llegamos a jugar entre sábanas ya desgastadas de todo tu falso amor, de toda esa hermosa palabrería barata con la que tan bien sabes jugar. ¿De verdad eres capaz de querer a tantas personas a la vez? Y... si tanto me querías, ¿por qué dejabas que me perdiera en ti, que me arrastrara de tal manera, cuando sabías perfectamente lo que significabas para mi? Aunque, claro, culparte solo a ti sería demasiado víctima por mi parte, y te daría más mérito del que mereces. Nunca me perdonaré haberte creído todas las veces que lo hice, incluso cuando ya era imposible. Nunca olvidaré la última vez que lo hice.
¿Lo peor? Que te he querido como a nadie, pero no sabes la indiferencia que has conseguido que ahora sienta por ti. Probablemente nadie crea que sea indiferencia lo que siento después de escribir todo esto, pero es una manera de sacar para afuera todo lo que tenía que haber dicho en su momento y nunca dije porque pensaba que realmente me querías.
Llevo casi 4 meses acordáncome de ti cada segundo, cada minuto, guardando tus recuerdos, las cosas que alguna vez me unieron a ti... ¿Para qué? Hoy mismo me he deshecho de todo lo que guardaba de ti, ha ido a la basura; como irá también todo lo que un día sentí. Aunque, seré sincero, nunca podré borrar tu recuerdo. Fuiste y siempre serás el primer amor de mi vida, pero me has demostrado que todo lo que decías que yo te importaba no era más que otro juego de palabaras más.
En mi corazón ya no llevo amor, llevo una caja de promesas rotas, un ramo de flores que nunca recibí, aviones que nunca cogimos... cosas que dijiste y nunca sentiste. Demasiada decepción llevo dentro de mi para poder verte como alguien que merece la pena, como alguien que realmente se preocupaba por mi tanto como decía.
Si la mentira fuese bebida, la beberías y escupirías como si de agua se tratase. Si el engaño fuese el más bello poema, lo escribirías sin problema. Si el amor y la verdadera amistad fuesen algo por lo que tuvieras que sacrificarte... vivirías toda la eternidad.
Rumbo perdido, mirada torcida, sueños difusos... metas claras. Y tú ya no perteneces a ellas. Y, espero, que si algo de vergüenza te queda, no me le eches nunca en cara, ¿sabes por qué? Porque soy demasiado para ti, soy más de lo que te mereces, más de lo que nunca volverás a tener (si es que te pertenecí alguna vez).
Y, tristemente, así es como termino mi canción, así es como te digo adiós... PARA SIEMPRE.