Powered By Blogger

Vistas de página en total

jueves, 12 de abril de 2012

Click.

Sin más. Como cuando le das al interruptor de tu cuarto y, sin que te dé tiempo a pestañear, se apaga la luz. Solo que esta vez lo sentí dentro de mi; puede que hasta se pueda parecer al interruptor vampírico que tienen los chupasangre en The Vampire Diaries para mantener callada cualquier tipo de humanidad que puedan llegar a sentir, serie que, últimamente, no paro de ver.
A lo mejor es mi actitud quinceañera, mis contestaciones ligeramente sinceras o mi forma curiosa de demostrar afecto y cariño... Pero si miras más allá de todas las formalidades, que no sé si alguna vez te paras a pensar en ello, igual ves que siempre estoy a tu lado. No te voy a engañar diciéndote que siempre esté en lo correcto, porque además me estaría engañando a mi mismo, pero si te voy a decir que lo hago con toda la buena intención del mundo. Porque me importas y porque te quiero. O al menos antes lo hacía.
Eso se hace por los amigos, ¿no? No espero que todas las noches o todos los días me des las gracias por las cosas que he podido hacer por ti, que a lo mejor se pueden hacer incluso más, simplemente quiero que, aunque seamos amigos, no des por hecho que me voy a comportar de la misma manera siempre, aunque tú no hagas nada por mi. Es triste, pero cierto, y volvemos otra vez al tema de la decepción: a nadie le importa ayudar a alguien a quien aprecia, pero nos gusta pensar que eso podría potenciar la buena intención de la otra persona cuando nos encontremos en la misma situación, o en una parecida, en la que ellos estaban.
Porque es muy bonito dar, pero también nos gusta recibir. Y no, no hablo del sexo, que siempre estamos pensando en lo mismo. Hablo de la sensación de sentirte querido por alguna amistad, sin la necesidad de tener que exigir nada a la otra parte, porque le sale solo. El sentimiento de unidad. Los silencios. O, ¿acaso hay algo más bonito que compartir silencios?
Dicen que, para pensar con claridad, hay que tener perspectiva, hay que ver las cosas desde lejos. Tratándose de ti y de mi, no es que pueda alejarme mucho, pero como se supone que me importa, trato de ser lo más objetivo del mundo. Y, a veces, no sé si me da pena o me hace gracia, pero deberías darte cuenta de que no hay nadie en el mundo (exceptuando a tu familia, imagino) que se preocupe más por ti que yo. Pero no sé cómo te las arreglas para que sienta que cada cosa que me salga hacer a tu favor, parezca ser en vano.
Llámalo envidia si quieres, pero lo que más me molesta no es que sean en vano, sino que todo lo que no haces por mi lo haces por personas que no merecen tanto la pena como yo. A lo mejor la falta de perspectiva ya se está notando, y sabes que no suelo ser para nada creído, pero si hay algo que tengo claro es que nadie te conoce igual de bien que yo. Sin embargo, ¿tú me conoces? Cada día estoy más convencido de que no es así.
Y como la amistad no es algo que tenga que exigirse, como ya dije más arriba, no pienso exigirte absolutamente nada. Supongo que, simplemente, apagaré el interruptor. A lo mejor así te das cuenta de que algo te falta... o a lo mejor no. Pero, en ese caso, aunque con lágrimas en los ojos, sabré que he estado equivocado todo este tiempo.

Click.

¿De qué estábamos hablando?


3 comentarios:

  1. Habla las cosas con quien vaya dirigido este blog, a ti te servirá para desahogarte pero a veces no basta con dejarlo aqui a veces todos necesitamos que nos digan las cosas, que no exigir ni reprochar que son cosas diferentes,

    XOXO gossip girl

    ResponderEliminar
  2. Yo soy selena van der Hudson y tambien pienso lo mismo. Habla las cosas con esa persona. Y con otra a la ke le gustan los cotilleos xD yo creo q tngo una ligera idea de a kien va dirigido pero Kiero q me lo digas tu. A veces pasa eso q dices. X eso como bien escribiste en el blog anterior... Esperar algo de alguien a veces no merece la pena. Tambien yo se q la gente espera de ti cosas q no les das xD y no lo digo x mi ehhh xD q se q a mi me daaas :) Besitossss xoxo

    ResponderEliminar
  3. No sé si te servirá de algo, pero entiendo perfectamente cómo te sientes. ¿Lo que haría yo? Me iría, pero sin sufrir. Si esa persona no se ha dado cuenta ya de que siempre estás ahí, no intentes insistir y vete pero pensando que es mejor así y si ha pasado así, es que es como las cosas deben ir. Si vuelve porque se da cuenta y de verdad lo arregla, pues recibes con abrazos abiertos, pero mientras no sufras por tener ese sentimiento de dar mucho más que recibir, porque no vale la pena.

    ResponderEliminar